13/04/2010
Ferrol
El primer incendio forestal de la temporada afectó ayer a unas 30 hectáreas de extensión -en su mayoría de monte bajo- en la zona de Alto das Lagoas, en las inmediaciones de Papoi. Hasta el lugar se desplazaron un buen número de medios tanto de la Xunta -cinco helicópteros y otras tantas motobombas- como de los bomberos municipales -un vehículo forestal pesdo y un todoterreno- con sus correspondientes cuadrillas. El fuego dio comienzo sobre las 16.30 horas y se prolongó hasta cerca de las ocho de la tarde, cuando los efectivos de la Xunta apagaron los últimos rescoldos. El fuerte viento fue uno de los inconvenientes a los que tuvieron que enfrentarse los medios de extinción, aunque finalmente fue superada la dificultad.
Cinco helicópteros y otras tantas motobombas de la Xunta, un vehículo forestal pesado y un todoterreno de los bomberos de Ferrol y los correspondientes medios humanos protagonizaron ayer un espectacular despliegue en la zona de Covas para atajar el primer incendio forestal de la temporada que se saldó con unas 30 hectáreas afectadas, de las que 23 se corresponden con monte raso.
El fuego se produjo sobre las 16.30 horas en el monte del Alto da Lagoa y los bomberos de Ferrol regresaron a su base a las 19.50, aunque el personal de la Xunta continuaba sofocando los últimos rescoldos. El viento fue la principal dificultad a la que tuvieron que enfrentarse en las tareas de extinción, en las que los bomberos de Ferrol comenzaron apagando fuego pero se centraron posteriormente en suministrar agua a los equipos de la Xunta, en total unos ocho mil litros. La zona quemada es mayoritariamente monte bajo, con algunos eucaliptos (unas siete hectáreas). Aunque en las proximidades hay alguna vivienda, no llegaron a correr riesgo.
El viento provocó también otras salidas de los bomberos, para retirar una marquesina en Santa Cecilia, un árbol en Covas y una pancarta en Caranza.
El fuego se produjo sobre las 16.30 horas en el monte del Alto da Lagoa y los bomberos de Ferrol regresaron a su base a las 19.50, aunque el personal de la Xunta continuaba sofocando los últimos rescoldos. El viento fue la principal dificultad a la que tuvieron que enfrentarse en las tareas de extinción, en las que los bomberos de Ferrol comenzaron apagando fuego pero se centraron posteriormente en suministrar agua a los equipos de la Xunta, en total unos ocho mil litros. La zona quemada es mayoritariamente monte bajo, con algunos eucaliptos (unas siete hectáreas). Aunque en las proximidades hay alguna vivienda, no llegaron a correr riesgo.
El viento provocó también otras salidas de los bomberos, para retirar una marquesina en Santa Cecilia, un árbol en Covas y una pancarta en Caranza.
