24/06/2011
Pontevedra
El Centro de Investigación Forestal de Lourizán ha puesto en marcha un ambicioso proyecto encaminado a minimizar los riesgos de los profesionales que se baten contra las llamas en los incendios forestales. Todo se desarrolla en unas pequeñas instalaciones, en lo que es un túnel de fuego que busca desentrañar los secretos del comportamiento de las llamas en determinadas condiciones medioambientales.
En estas dependencias se estudia «la combustibilidad de distintos materiales» que fácilmente se pueden encontrar en los montes gallegos en relación con «la velocidad del viento y de la humedad», tal y como reseñó José Antonio Veiga, responsable del departamento de Protección del centro de Lourizán. De este modo, en una ambiente totalmente controlado y monitorizado por un ordenador, en un primer momento, los científicos pontevedreses pueden extraer conclusiones relativas a la velocidad de propagación y la intensidad que alcanzan las llamas.
Con estos datos, ya en una segunda fase, se prevé confeccionar modelos de propagación que puedan contribuir a las labores de extinción. «Si el jefe de extinción tiene un mejor conocimiento de cómo el fuego se va a desarrollar y comportar bajo unas condiciones de viento o meteorológicas puede disponer los medios de combate mejor y sacarle un mejor rendimiento», puntualizó José Antonio Veiga.
Además, está claro que una mayor información de la posible respuesta que puedan tener las llamas garantiza una mayor seguridad para las cuadrillas que intervienen a la hora de sofocar un fuego forestal.
Ayer el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, asistió en directo al desarrollo de una de las pruebas de esta iniciativa. En concreto, se analizó la combustión de la hojarasca bajo pinar, un tipo de sustrato bastante habitual en los montes gallegos.
No fue este el único proyecto que pudo contemplar in situ el titular de Medio Rural, quien también tuvo tiempo de informarse sobre los trabajos que se están desarrollando para combatir el nematodo, una plaga que está asolando a los pinos portugueses y japoneses y que ya ha mostrado su cabeza en la provincia de Pontevedra.
Demanda del sector
Samuel Juárez estuvo en Lourizán acompañado por Antonio Abril, secretario general y del consejo del Grupo Inditex. Ambos valoraron la marcha del convenio suscrito por ambas partes para la mejor continua de la calidad genética de los materiales de reproducción de las principales especies forestales gallegas. El objetivo de esta iniciativa es suministrar al sector semillas mejoradas para atender sus demandas.
A este respecto, el conselleiro de Medio Rural reseñó que está apuesta forestal busca obtener «clons, plantas melloradas cunha calidade xenética elevada» cuyo destino final serán los distintos viveros desperdigados por la geografía gallega. Es por ello que «os traballos para a creación destas áreas forestais abarcan unha superficie de 47,2 hectáreas, con intervencións nun total de 22.607 pés en diferentes plantacións».
En todo caso, dejó claro que los frutos del trabajo que se está realizando «se verá máis nos próximos anos».
Por su parte, Antonio Abril enmarcó este convenio en el compromiso de Inditex por la «sustentibilidade en todas e cada unha das fases de producción e distribución do noso producto». Asimismo, recordó que «temos un programa moi ambicioso de tenda ecoeficiente. Estamos investindo tempo e medios para garantir a sustentibilidade, que é o que pensamos que nos piden os nosos clientes».
En todo caso, precisó que «non se trata xa de reducir ou de compensar as emisións de CO2 directas ou indirectas, de protexer ao medio ambiente sen máis, senón que o que estamos a facer aquí é unha liña de investigación». «Estamos moi satisfeitos ao ver que as nosas aportacións serven para mellorar as áreas forestais de alto valor xenético, para mellorar a productividade do monte galego», remarcó Antonio Abril.
